Las Infecciones Hospitalarias
constituyen un problema endemoepidémico, controlable,
pero difícilmente erradicable
que afecta fundamentalmente a los pacientes
hospitalizados
y, en menor medida, al personal de la salud,
agravando en muchos casos la
patología originaria de la internación,
aumentando los requerimientos de la atención
médica y los costos de la atención.
Ocurren en todas las instituciones asistenciales
del mundo, pudiendo variar su presencia según
el estado de salud del paciente y de la atención
que se le brinde; afectan desde un 4% a un 13%
de las personas que requieren internación,
siendo más frecuentes en las que requieren
cuidados intensivos.
Para desarrollar un Programa de Epidemiología
y Control de las Infecciones Hospitalarias se
deben aplicar dos estrategias fundamentales:
Estudios
de Prevalencia y un Sistema de Vigilancia intensificada.
En nuestro país, desde hace más
de tres décadas, se reconocen experiencias
institucionales en el tema del estudio y control
de
las infecciones hospitalarias. Las citadas
experiencias que han partido de esfuerzos individuales,
incluyeron
diversos objetivos, normatización, programas
de vigilancia epidemiológica, formación
de recursos humanos y estudios de diferentes
patologías, por nombrar sólo algunos.
Con el transcurso de los años, algunas
instituciones fueron diseñando sus propios
modelos de programas de control de infecciones
y surgieron sociedades científicas con
el objetivo del estudio y prevención de
las mismas, entre las que se destacan la Sociedad
Argentina de Infectología (SADI), la Asociación
Argentina de Enfermeros en Control de Infecciones
(ADECI) y Programa Nacional de Vigilancia y Control
de Infecciones (VIHDA) con sede en el Instituto
Nacional de Epidemiología (INE) Dr. Juan
H. Jara. En otros países como Inglaterra
o Estados Unidos, los resultados de los esfuerzos
individuales permitieron concretar Programas
Nacionales de Control de Infecciones Hospitalarias
y países como Chile en los últimos
diez años, a través del Ministerio
de Salud, han logrado un Programa Nacional
de Vigilancia y Control de Infecciones Hospitalarias
en las Instituciones de Salud.
Los sistemas
de vigilancia han ido cambiando sus objetivos,
en búsqueda de que los
datos obtenidos por el mismo sean de utilidad
para establecer medidas y programas de intervención
que reduzcan las Infecciones Hospitalarias. Al
mismo tiempo, se fue enfatizando en la importancia
de los datos de la vigilancia, a los efectos
de prever tasas de infección comparables
entre instituciones de salud, o pertenecientes
a distintos períodos de tiempo en un mismo
servicio. Las tasas tradicionales, que incluyen
infección global de una institución
o servicio y tasa de infección por sitio
específico por servicio, no dan la posibilidad
de hacer comparaciones,
ya que cuando se lo ha intentado, éstas
han demostrado no tener sentido o ser engañosas.
Del análisis de los sistemas de vigilancia
utilizados hasta la actualidad, se concluye como
posible solución, que si las tasas de
Infecciones Hospitalarias pretenden ser comparadas,
el numerador debería representar el número
de episodios de infecciones que ocurren en pacientes
en un determinado tiempo (quienes estuvieron
expuestos a un factor de riesgo extrínseco
común) y el denominador, debería
ser la sumatoria de días de exposición
a ese factor de riesgo, en ese mismo período
de tiempo. Por la experiencia recogida de otros
países, lo mas conveniente sería
que la Argentina cuente con un sistema único
y nacional de vigilancia, utilizado por todas
las instituciones, públicas y privadas,
que permitan comparar los datos y extraer conclusiones
sobre
problemas de control de infecciones, con el objeto
de intervenir en tiempo y forma, mejorando así la
calidad de atención médica. En
ese rumbo, el 12 de abril pasado, se aprobó en
el Senado de la Nación el Registro Nacional
de Infecciones Hospitalarias para las instituciones
que atienden a la salud, sean públicas
o privadas. Si logran finalmente convertirla
en Ley, aún falta que se apruebe en la
Cámara de Diputados, todos los centros
de salud deberán
notificar los casos de estos tipos de infecciones
a fin de crear estadísticas que serán
reunidas en un registro nacional, dependiente
del Ministerio de Salud. Esto ayudaría
a disminuir los tiempos de
internación de los pacientes, bajaría
la tasa de mortalidad por esta causa y se ahorrarían
significativos gastos en salud.
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