Este artículo, bien podría encuadrarse
en las características de un diario íntimo,
con la diferencia de no ser personalizado, sino
responder como el título lo dice a la actitud
de un conjunto de individuos (médicos), que
a la altura de los acontecimientos en que participaron
ya hicieron historia que justifica la presente narración.
El marco corresponde a una sociedad médica,
que tiene en su haber casi siete décadas
de existencia, quizás una de las más
antiguas de todas las que fueron surgiendo en la
zona sur del conurbano bonaerense, la Asociación
Médica de Alte. Brown, cuya sigla es AMAB.
El partido geográfico en el que tiene su
ubicación, precisamente se denomina Alte.
Brown en homenaje al legendario Almirante de origen
irlandés, que combatió defendiendo
nuestra patria en la guerra de la independencia.
obteniendo las victorias de Juncal y Los Pozos.
Dentro de dicho partido, el predio que hoy ocupan
sus oficinas pertenece a la ciudad de Adrogué,
cabecera de aquel.
Setenta años son muchos días, muchas
semanas y meses, es decir un largo tiempo. Aquellos
médicos visionarios y solidarios, también
soñadores, que sentaron las bases de la sociedad,
ya no están entre nosotros, solo perduraron
el sueño y la idea que en aquel entonces
los uniera y de hecho la obra que legaron, la AMAB.
Podemos deducir que a partir de los primeros pasos
de la joven sociedad, se sucedieron regularmente
en la conducción de ésta hasta la
fecha, numerosas comisiones directivas elegidas
por los votos de quienes integraban en calidad de
asociados la misma, las que fueron asumiendo responsabilidades
que sus cargos le otorgaban. Responsabilidades que
fueron aumentando en igual medida que el incremento
del número de sus socios y éste por
consecuencia lógica del cambio favorable
demográfico de la zona. El advenimiento desbordante
de la tecnología en la medicina, contribuyó
simultáneamente a conferir más complejidad
a la no menos difícil tarea de conducir.
Convencidos, de que cada uno de los hombres que
integraron tantas comisiones que condujeron los
destinos de la AMAB, tuvieron como premisa la célebre
frase de Luther King que dice "el que no vive
para servir no sirve para vivir", fuimos guardando
algunos que otros esfuerzos y preocupaciones vinculadas
a la profesión, en el arcón escondido
de nuestros pensamientos y descargamos en quienes
nos conducían la confianza del destino de
la sociedad que conformábamos.
No hace falta aclarar que el éxito de una
conducción no solo depende de los hombres
elegidos sino también de las circunstancias
que rodean sus actos. Una institución puede
ser algo material, palpable y visible o no, pero
su destino estará siempre ligado a los hombres
que deben protegerla. Dice el Talmud "no estás
obligado a terminar tu obra, pero tienes la responsabilidad
de continuarla".
Es obvio que no todos los hombres son iguales, somos
diferentes no solo en las impresiones digitales
sino también en el mosaico que caracteriza
lo psíquico y somático de nuestro
ser. Luego entonces no debíamos esperar actos
similares, calcados o fotocopiados, tanto en lo
positivo como en lo negativo en quienes nos dirigieron.
Aquí llegamos increíblemente después
de algunos conceptos, al núcleo de la "crónica
de una actitud exitosa". Partimos del fin de
un pasado reciente, negativo y doloroso institucionalmente,
para comenzar describiendo la gestión ejemplar
de un grupo de colegas señalados circunstancialmente,
vaya a saber por quien aunque lo suponemos, que
impidió la quiebra y la desaparición
de aquellos sueños que crearon nuestra asociación
médica.
Hoy podemos decir sin temor a equivocarnos ni caer
en la despreciable subordinación dependiente
y obsecuente, que este grupo de médicos asistencialistas,
encabezados por los Dres. Cantarelli Osvaldo y Marucco
Omar (Presidente y vice respectivamente de AMAB),
secundados por otros distinguidos y esforzados colegas
(Dres. Medano, Palmieri. Clementi, Serrano, Pianelli,
Cimadevilla, Gómez, Moras, Benegas, Chietino,
Contreras Vera, Magadan), en dos años de
gestión lograron revertir un endeudamiento
con instituciones afines (Colegio de Médicos
Dto.II, Caja de Jubilación y Seguro Médico
de la Pcia. de Buenos Aires, AFIP, etc.) y prestadores.
Este logro no fue mágico, en el mundo que
actualmente vivimos, haberlo obtenido con fondos
genuinos es decir sin recurrir a nuevas deudas,
creemos sin sonrojarnos y sin falsa humildad, merece
que se conozca en el medio al que pertenecemos.
¿Qué hicieron y cómo lo hicieron?
Solamente trabajaron con inteligencia, descubriendo
los pozos negros de las cuentas de la institución,
sin ser contadores ni recurrir a ningún experto
contable ni asesores. Hablaron de frente con los
acreedores, entre ellos los propios asociados que
aceptaron percibir sus facturaciones parcializadas.
Se comprometieron y cumplieron. Pero estos colegas
citados precedentemente, además de autoconvocarse,
fundaron sus compromisos en actitudes que conocían
a la perfección, como la transparencia, la
honestidad, la perseverancia, entre otras.
Se aferraron a una frase napoleónica que
dice que "el hombre puede ser destruido pero
no derrotado" y terminaron demostrando que
cuando existen objetivos comunes y plausibles, se
puede llegar a ellos sumando las propias decisiones.
Sin embargo supieron tener muy en cuenta algunos
conceptos tales como:
Prudencia, Pertenencia, Protagonismo, Tolerancia,
Vocación, Esfuerzo y Orden.
Es probable que en el mundo materialista en el que
desarrollamos nuestras actividades y las correspondientes
a la vida diaria, la sumatoria de estos conceptos,
concluya en calificar lo hecho como una actitud
fuera de lo común.
No obstante debemos ser cautos, tanto virtuosismo
nos puede llevar a confundir las obligaciones que
los hombres normalmente deben tener conviviendo
en una comunidad bien organizada, con poderes excepcionales
que califiquen a los mismos como héroes o
seres superiores.
Estos colegas cuya actuación permitió
la realización de la presente crónica,
cumplieron cabalmente con sus promesas preelectorales
del mes de octubre del 2004 y con las obligaciones
una vez que fueron elegidos por sus antecedentes.
La Asamblea de socios, máximo organismo estatutario,
llevada a cabo el 27 de octubre del 2006, confirmó
lo expuesto precedentemente, al convalidar el resultado
de la votación realizada horas anteriores,
en la que 199 (el 84%) socios de los 240 presentes,
votaron a favor de una nueva Comisión Directiva
integrada casi por la totalidad de los miembros
de la Comisión saliente aunque con diferentes
cargos, contra 37 (l6%) votos en contra.
"Hay quienes juegan a juzgar la historia
y la historia, es un canto que desgrana recuerdo
tras recuerdo la memoria del hombre" (autor
Dr. Juan Carlos Labat -médico-, revista
Aleph Mza.).
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