Ya comenzó un año electoral
y este escenario va a condicionar el trabajo
y las propuestas de instituciones públicas
y organizaciones privadas en todos los ámbitos.
Por supuesto que el sector salud, que nos
interesa prioritariamente a nosotros, va a
plantear los temas que desde hace tiempo reclaman
urgente solución.
La condición primaria y fundamental
que todos los candidatos deberían ofrecer
en sus programas es el fortalecimiento del
hospital público como base de un sistema
de salud integrado, equitativo y solidario.
En el Hospital Público se ha formado
la gran mayoría de los profesionales
médicos, aprendiendo allí los
conocimientos científicos esenciales
y los valores éticos indispensables
para poner en práctica lo aprendido.
Por lo tanto, los que más conocemos
de salud y de la mejor forma de prestar atención
médica somos quienes estamos en los
hospitales, también a disposición
de los equipos técnicos de los postulantes
a los cargos directivos para que puedan consultarnos.
¿Y cómo se mejoraría
la atención en los Hospitales Públicos?
Estas son algunas ideas que pueden ser debatidas
y perfeccionadas porque deberían ser
aplicadas.
Inversiones que aseguren insumos suficientes
y plantas edilicias que se reciclen y recuperen
para trabajar en un ámbito más
adecuado.
Optimización del recurso humano que
eviten el burn out, con nombramiento y coberturas
de vacantes que posibiliten una mejor atención
y aumento de los horarios de atención
de 8 a 18, desterrando de esta manera las
denigrantes listas de espera y turnos de atención
sin programación.
Posibilidad de capacitación continua
de los profesionales para apoyar al perfeccionamiento
permanente de los mismos, con la finalidad
de una mejor calidad de las prestaciones.
Condiciones de bioseguridad y de salubridad
acorde con los tiempos que se viven y que
no existen, poniendo en peligro la salud de
los profesionales y de los pacientes.
Sueldos dignos para todos los profesionales
de la salud en el ámbito público
y privado para jerarquizar la labor del médico
y ayudarlo a mantener un nivel de vida acorde
con su profesión.
Por todo esto, deseamos que el debate entre
todos los candidatos tengan la altura de ideas
y la franqueza necesaria para que los ciudadanos
puedan elegir la propuesta transformadora
del sistema de salud que más le agrade,
pero siempre cumpliendo con las premisas que
enumeramos anteriormente.
Los médicos debemos involucrarnos y
comprometernos como ciudadanos sin banderas
políticas en la concientización
de los problemas de salud, y ayudar en el
diseño de proyectos que mejoren en
todos los sectores el bienestar sanitario
de la población. |